¡SOS! quiero aprender a cocinar de verdad...

martes, 28 de abril de 2015

No me da la vida...sumergida hasta el infinito y más allá en la maternidad doble con 23 meses de diferencia, me río yo de la conciliación familiar. Como muchas ya sabréis, no vivo cerca de mi familia y me cuesta horrores dejar a mi niño de 4 meses con una desconocida. Tan pequeño tampoco me planteo la guardería,  así que hace ya un tiempo que decidí la opción de la excedencia. 

Y es que necesito tiempo para:

1. Centrarme. Mi cabeza necesita asimilar este cambio tan importante en mi existencia y, o soy lenta, o de verdad, que 4 meses no son suficientes...sigo aterrizando...
2. Dedicar tiempo de calidad a mis hijos. Los dos demandan mucho de mí, cada uno a su manera y quiero estar al 100% para los dos.
3.Disfrutar de este momento único de mi vida que no se volverá a repetir, exprimir los pocos minutos del día en los que no tengo obligaciones y sentirme feliz por tenerles a mi lado.
4. Aprender a cocinar pero de verdad, "a lo madre", porque a este paso no creo que mis hijos puedan decir aquello de "como el cocido de mi madre..." vamos, ni de lejos...en todo caso "como el cocido de la abuela"...  




A este último punto quiero dedicar la reflexión de este post. Parto de la idea de que las nuevas madres diferimos bastante de nuestras generaciones pasadas, el ritmo vertiginoso del día a día, la incorporación de la mujer al trabajo y los cambios en el estilo de vida han influido en la forma de cocinar de las familias. No sé cuántas de vosotras sabréis cómo utilizar un hueso de rodilla o un osobucco...yo no, ni ganas, la verdad.  Mi tabule, mi cuscus, mi ceviche de los domingos, ahora no me van a servir de mucho. Todos tenemos que comer lo mismo, si no quiero morir ahogada entre fogones, y las necesidades de un niño de dos años en pleno desarrollo, demandan platos más tradicionales, que no suelen estar en mi menú.

La alimentación infantil comienza de forma sencilla: leche (si abstraemos, claro está, las consabidas noches sin dormir, los cólicos, las grietas, posibles mastitis, falta de peso, culpabilidades varias por dar biberón, sacaleches, pezoneras, etc,etc,etc). Poco a poco se va incrementando la dificultad: cereales, fruta... hasta llegar al puré de verduras, con carne, con pescado...

Hasta el momento he ido quemando etapas, y tirando de los tuppers de las abuelas con sus guisos "como los de antes",  pero me encuentro al borde del abismo...No puedo seguir adelante sin saber cocinar esos platos llenos de enjundia tan prácticos para congelar y con calorías para toda una semana...Tengo que aprender a hacer un cocido "como dios manda". 

Y es que en temas culinarios soy bastante limitada; soy de las que compra la carne en el bandejero de Mercadona (o del supermercado en cuentión) porque no me apetece tener que llevarme el trozo entero de lomo y cortarlo en casa, la que no sabe que hacer con la cabeza y las raspas del pescado (bueno ahora si, que veo Master Chef). Todavía no distingo las partes de la vaca y eso me incomoda cuando voy al carnicero, prefiero mil veces la borraja o la acelga en bandejas ya lavada y cortada que llevármela entera para tener que limpiarla en casa. Me decanto por las bolsas de brotes tiernos, antes que llevarme una lechuga iceberg. Prefiero comprar en un supermercado a ir a un mercado y recorrer puesto por puesto, y los animales...cortaditos y limpitos, mejor que mejor. ¡Se me olvidaba! la olla exprés, mi asignatura pendiente. Eso si...tengo la Termomix!!!!

Con este panorama, Valentina se ha propuesto de aquí hasta septiembre, conectar con esa "gallina clueca" interior... muy interior....prototipo de la madre perfecta que huele a guiso y azafrán, para ser capaz de elaborar un menú semanal decente y variado para la familia que habita este país menudo.



Para ello he comenzado a basarme en el menú de comidas de la guardería (que tengo colgado en la puerta de la nevera), ya que lo que más cuesta es decidir y pensar lo que hay que cocinar.  Y, a pesar de que es una ayuda, me hace mucha gracia el apartado "cenas aconsejadas", deben pensarse que estamos todo el día en casa cocinando la comida y la cena, sin tener que trabajar, ir con los niños al parque, ayudarles a hacer los deberes o leerles un cuento, jugar con ellos, controlar lo que ven en la tele o lo que hacen en internet, bañarles, darles un masajito, o ponerles en el orinal.

Suscribo:

- Cena aconsejada: arroz con verduritas y pollo. Valentina: arroz blanco con tomate, verduras hervidas y pechuga de pollo.
- Cena aconsejada: lasaña de verduras de temporada. Valentina: pasta con calabacín, berenjena y tomate (cherry, si me pongo más fina).
- Cena aconsejada: merluza en papillote. Valentina: qué pereza para cenar...al final, merluza a la plancha.

Y es que la cena es muy dura, reventada de todo el día, ponerse el mandil a mi me cuesta la vida...ese sandwich rápido de las noches ahora se ha complicado exponencialmente.Así que me he propuesto organizar las mañanas (que sólo tengo al peque menudo) para convertir mi cocina en el paraíso de los tupper, de la comida bien pensada, organizada y planificada. Por supuesto, ya tengo mi organizador semanal todo cuco en la puerta de la nevera (le he cogido gusto a colgar cosas en el frigo, queda muy de casa de familia de verdad)  ahora queda rellenarlo.

¿Lo conseguiré? ¿cómo os organizáis  vosotras? ¿algún truqui? ¿plato fetiche?

Besos,

Valentina 

2 comentarios:

  1. A mi me pasa lo contrario que a ti, que soy especialista en platos de "cuchara", cocidos, legumbres, sopas, guisados...pero me gustaría aprender un poco más de "alta cocina". Lo del cuscus, el tabulé y demás me suena a gloria, pero después de mucho tiempo de vivir sola (desde los 18 años estudiando fuera) al final te apetece comer bien, como en casa de mamá. Mi marido es más de innovaciones culinarias, el se encarga de las delicatessen en la cocina. No tenía ni idea de que te habías pedido una excelencia,aunque habrá momentos muy duros, seguro que no te arrepientes. Además tienes asegurada la vuelta al trabajo cuando lo consideres oportuno. Un besazo.

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  2. Si, me incorporo en septiembre para el curso que viene. Y mira, ahora vengo del mercado que hoy toca mañana culinaria...a ver qué sale!! Qué bien tus guisos, que apañada eres...mi madre dice que nunca la escucho cuando me explica y es verdad...no me va mucho...un besote!

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