Festival de la Lavanda en Brihuega

En julio debería ser visita obligada acudir a Brihuega (Guadalajara) y perderse en sus inmensos campos de lavanda. Durante este mes, desde hace cinco años, se celebra el Festival de la Lavanda, en el que se festeja la recolección de esta emblemática flor. La localidad de Brihuega se suma a la celebración y este año ha preparado una programación para que los visitantes disfruten de una experiencia inolvidable: visitas guiadas por los campos de lavanda, el mercado de flores, rally fotográfico, teatro infantil, cine al aire libre o paseos en globo sobre los campos violetas, son sólo algunos ejemplos de las actividades que se han desarrollado en base a este festival, y su protagonista, la lavanda.

Tenía la fecha anotada en mi agenda desde hace muchos meses. El día elegido fue el día de mi cumpleaños, el plan era sencillo, pero sumamente apetecible: visitar los campos al atardecer, dar una vuelta por el pueblo y cenar en una terracita bajo las estrellas. No pudimos disfrutarlo más.

A las 19:30 estábamos los cuatro en los campos de lavanda que tantas veces había visto fotografiados por otros. Y no éramos los únicos, encontramos algún que otro coche aparcado en el arcén y a sus dueños, cámara en mano, adentrándose entre la lavanda. Nosotros hicimos los propio y fue toda una experiencia para los sentidos, la luz dorada, el aroma a lavanda, el sonido del viento mezclado con el leve zumbido de las abejas. La quietud, la naturaleza, el tiempo lento, la paz. Es algo qué sólo puedo transmitiros a través de las fotografías que hice.

Ya de vuelta a Brihuega estuvimos jugando un ratito con los niños en el parque de María Cristina, que cuenta con una zona infantil muy completa, con toboganes, columpios y demás elementos infantiles, ese día incluso había una tirolina. Más tarde nos fuimos a cenar a La Peña Bermeja, un restaurante con mucho encanto especializado en cocina de autor y carnes a la brasa en su horno de leña y con una terraza que en verano es una maravilla; de hecho cenamos con las chaquetas puestas, cosa que agradecimos infinitamente después de los días previos de tanto calor. Disponen de tronas y preparan lo que queráis para los niños (tortillas, verduras, carnes a la brasa, etc), el personal es muy atento y amable, aunque eso sí...no vayáis con prisas, el tiempo allí se ralentiza. Además el restaurante está ubicado junto a uno de los lugares más emblemáticos de Brihuega, las murallas del Castillo.

El olor a brasa y la tranquilidad que respiramos aquella noche la he saboreado muchos días desde entonces.

Así que si todavía no tenéis plan para el próximo fin de semana, os recomiendo que visitéis este bonito pueblo y sus alrededores. Todavía estáis a tiempo de participar en una visita guiada a sus campos de lavanda, de pasear en globo, de fotografiar bonitos escenarios o participar en el primer concurso de pintura rápida en los campos de lavanda.

Valentina ♥

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