10 momentos felices con un hij@

sábado, 30 de agosto de 2014

En muchos de los post que escribo he dejado entrever (aunque siempre intento hacerlo con una pizquita de humor) que la maternidad no es un camino de rosas. Te genera una serie de experiencias que bien se ganan a pulso el titular "tienes que vivirlas para poder entenderlas" ya que por mucho que trates de imaginarlas, es imposible conocer cómo vas a actuar y cómo van a ser tus reacciones en determinados momentos. 

Es precisamente en este descubrimiento de "Mi yo mamá" donde me he dado cuenta de que la maternidad es capaz tanto de llegar a absorber hasta mi última gota de energía como de darme momentos de felicidad absoluta, y de esos, creo, que no he hablado tanto...quizá porque puede resultar muy ñoño o simplemente porque me gusta más compartir con vosotras el lado complicado de la balanza para desahogarme e incluso sentirme menos sola. Desde que estoy embarazada mis días transcurren como en una montaña rusa, serán las hormonas (solución muy recurrente para dar explicación a muchas de las cosas que últimamente gobiernan mi cuerpo y mi mente) pero el caso es que puedo pasar del desánimo, el cansancio y el sentimiento de no poder ser capaz de llegar a todo, a la felicidad plena de tener y ver crecer a mi hijo. 

Ahora estoy en plena exaltación de "mamitis" que es la que me ha inspirado este post,

 ¿Qué momentos felices os han regalado vuestros hij@s?


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Antes de ser mamá podía imaginarme que sería su manita apretando mi dedo, su primera sonrisa, la primera vez que me mirara a los ojos, cuando me nombrara...efectivamente todos han sido momentos muy especiales (excepto el de nombrarme por primera vez, que aún estoy esperando a que deje de llamarme papá y por fin me individualice del tandem en el que ha metido a sus progenitores y me llame mamá), sin embargo Nachete cada día me regala momentos que jamás me habría imaginado y que me hacen sentir una "orgullosa feliz mamá".

Detalles que pueden pasar inadvertidos, que ocurren todos los días y que los niños regalan a todos los papás que los quieran ver y disfrutar. Estos son los míos:



Y es que adoro ver lo feliz que es, cómo crece y cómo se abre al mundo. Cómo ese proyecto, ese sueño que un día tuvimos sus padres se ha convertido en una personita que disfruta y vive la vida que le hemos regalado. ¿Hay algo más hermoso?

Valentina 



Diferencias entre el primer y el segundo embarazo

jueves, 21 de agosto de 2014



No cabe duda de que el segundo embarazo se vive de forma diferente, repites experiencia y eso te otorga más seguridad y más tranquilidad. Ya no tengo esa incertidumbre que me ahogaba el estómago y se eternizaba en la sala de espera del ginecólogo (si, soy un poquito agonías) sin embargo esto no impide que siga poniéndome nerviosa con cada ecografía, porque es el primer viaje de un bebé nuevo. Esta vez me he ahorrado el curso intensivo de "¡Estoy embarazada! ¿y ahora qué?" y estoy disfrutando de cosas que no pude disfrutar con el primero, pero a cambio, esta barriguita "más experimentada" tiene que lidiar con un elemento inexistente en su primera vez: el hermanito mayor.




DE POLLITO MANTUDO A ÁGUILA VIGÍA. En el primer embarazo tenía mucho sueño pero podía descansar y dormir todo lo que quería cuando salía de trabajar. Mi segunda tripita también me pide dormir, pero en mi nueva faceta de mamá vigía, ya no puedo permitirme descansar cuando quiero, así que voy arrastrando el sueño como una especie de nebulosa flotante en mi cabeza. Inciso: menos mal que aunque a Nachete le cueste dormir, luego lo hace durante toda la noche. Te lo agradezco mucho, hijo, de verdad...



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DE PASEOS RELAJADOS A CARRERITAS Y SOBRESALTOS EN EL PARQUE. "Tienes que andar dos horas cada día", eso es lo que me dijo el ginecólogo en mi primer embarazo. Casi todos los días me regalaba tranquilos paseos por el parque, también me escapaba de vez en cuando a Madrid para pasear por sus calles y conocer sitios nuevos e interesantes. Lo disfrutaba mucho. Ahora, disfruto, pero de otra manera, mis visitas al parque con Nachete, que incluyen alguna carrerita detrás de él, subirle al columpio, ayudarle a tirarse por el tobogán, agacharse para consolarle cuando se cae...ese tipo de cosas :)

DE OLIVIA A POPEYE. Con el primero me tomé muy a rajatabla no coger nada de peso y nada de peso era eso, ni una garrafa de agua. En fin, con mi segunda tripita procuro no cargar peso, pero con un bebé de 19 meses es inevitable. Lo coges para echarle en la cuna, para subirle al carro o a la trona, cuando necesitas llevarle a un sitio al que él se niega, para mimarle...Y os aseguro que pesa bastante más que una garrafa de agua.

DE PIEL ANACARADA A DORADITA POR EL SOL. Como van a nacer casi en la misma época, mis meses de embarazo están siendo los mismos en ambas ocasiones. Mi primer verano de tripita me lo pasé como una vampirilla sin que apenas me diera ni un rayo de sol. ¡¡¡Nos compramos hasta un iglú en Decathlon para ir a la playa (en el que por cierto me achicharraba)!!! Este verano ha sido complicado mantenerse debajo de la sombrilla... Otros días, se me olvida ponerme la crema de protección solar de la cara para salir a la calle y evitar las manchas. Un desastre...

DE LUCHA ESTOICA CONTRA LA TENTACIÓN A LA RENDICIÓN ABSOLUTA. Con mi primera tripita evité los dulces todo lo que pude, con mi segunda tripita no debo de estar pudiendo tanto porque he caído en más tentaciones de las que debería. Las vacaciones, comer fuera de casa, los heladitos...son muy persuasivos ;) Hago tantas cosas al cabo del día que me premio bastante más a menudo con caprichitos varios. A estas alturas llevo casi un kilo más de peso que con Nachete, a pesar de ello estoy contenta, creo que no voy mal porque no he engordado mucho.



DE TRIPITA BELLA A TRIPITA CON OJERAS DE OSO PANDA. No sé, será una apreciación personal, pero mi primera tripita gana por goleada en belleza. Es decir, estaba mucho más guapa que ahora. Desde que soy mamá, con eso de que tienes menos tiempo para ti, me veo más desmejorada, más envejecida...veo las fotos de antes y las de después y jamás había notado tanto cambio en mí...también será la edad, que ya empiezo a corresponderme con el perfil de consumidora de  cremas antiarrugas...o quizá son las hormonas ¡vete tú a saber!

DE FOTÓGRAFA PEGAJOSA A FOTÓGRAFA PEREZOSA. Tengo fotos de muchas de las semanas de embarazo de Nachete ¿Imagináis que está pasando con el segundo embarazo? ¡bingo! ya me puedo poner las pilas para poder enseñarle en un futuro al nuevo retoño alguna foto con su barriguita. Estoy a tiempo...además es ahora cuando más bonita está ;)

Y así pasito a pasito, he sobrepasado el ecuador de esta segunda barriguita.

Valentina 













La playa con bebés

viernes, 8 de agosto de 2014

Aquí escribo de nuevo después de una mini escapada romántica sin bebé. Lo largos que se hacen los días y la de cosas que puedes hacer, ver y visitar cuando sólo hay que preocuparte de una misma. Cuatro días sin Nachete, el límite para mí, porque ya tenía muchas ganas de estar con él y lo echaba de menos.

Estos días nos han venido muy bien para bajar las pulsaciones, desconectar y mimar nuestra relación. Hemos recuperado las miradas pícaras y cómplices de cuando éramos novios y sólo nos preocupábamos el uno del otro, estos momentos cada vez hay que valorarlos más.

Os dejo unas fotos con las que creo poder transmitiros la sensación de tranquilidad y relax de estas mini vacaciones.



¿Os he dicho alguna vez que mi debilidad son los desayunos?




Comentándolo con algunas amigas, hay quien nunca ha dejado a su retoño ya que les cuesta mucho separarse de él  o ella,  pero a mí me ha venido realmente bien y lo recomiendo. Él ha disfrutado mucho de sus abuelos y sus abuelos de él, de hecho no nos ha echado de menos en absoluto, eso me ha dolido, lo reconozco, me hubiera gustado que al verme hubiera corrido a mis brazos sonriente y apretando su frente contra la mía a modo de beso, en su lugar se limitó a señalarme una moto haciendo un sonido gutural muy raro simulando un motor.

Ahora mi pequeña familia de tres y medio nos hemos venido a pasar unos días a la playa, un gran reto, porque el año pasado Nachete tenía 6 meses y allí donde lo dejabas se quedaba. Este año ha descubierto que es un individuo autónomo, que puede decir "eto noooooo" y que puede correr no necesariamente en la misma dirección que quieren ir sus padres. 

Una cosa tenía clara: este año "playa" no iba a ser sinónimo de "relax".




Cuando vamos con bebés a la playa, tenemos que tener muy claros los siguientes puntos:

- Logística. Cómo se va a proceder al transporte.
- Aprovisionamiento para el asentamiento playero.
- Programa de actividades durante la jornada.

LOGÍSTICA: ¿con o sin silla de paseo?

Intuitivamente parece que lo más cómodo para bajar a la playa es prescindir de la silla de paseo. En mi caso fue un error. Siendo un bebé tan movido resulta mucho más complicado cargar con todos los bártulos de la playa y llevar de la mano a un "monito descontrolado" o en brazos 13 kilazos de bebé.Y no digamos el momento de volver...termina de cruzar la playa rebozado como una croqueta. Imposible. 

Mi opción ha sido la silla de paseo. Mucho más cómoda, porque una vez sequito y relajado se queda tan a gusto, y aunque es al papá de Nachete al que le toca tirar, lo hace muy a gusto si esto le permite tener al niño controlado y "colocado" durante el momento del traslado. Es cierto que la silla que tenemos ayuda bastante y es fácil de llevar en arena.

APROVISIONAMIENTO: ¿Qué llevar a la playa con un bebé? La respuesta es obvia: lo indispensable :)

¡Cómo se agudiza tu capacidad de síntesis y lo rápido que se aprende a identificar lo superfluo cuando tienes niños! (un inciso: la de equipaje innecesario que me hubiera ahorrado si esta habilidad la hubiera adquirido antes de ser mamá).
¿Y qué es lo indispensable? en mi opinión:

1.Sombrilla y una silla bajita de aluminio (porque estoy de 21 semanas y levantarme del suelo me cuesta la vida).

2.Bolsa de playa equipada con:

Protector solar. ¡Cuidado! os aconsejo que os informéis y os aseguréis bien de cuál es el protector solar más adecuado para vuestra familia. Esto merece un estudio...bueno casi una tesis doctoral. Lo mejor es que consultéis con vuestro dermatólogo. Hace poco la OCU publicó un estudio con las mejores cremas solares, sin embargo, en su estudio no se han valorado aspectos como los conservantes o el tipo de filtros utilizados, de hecho, el protector solar que califican en primera posición lleva en su composición propilparaben, un "disruptor endocrino" que puede actúar como estrógeno y que no es recomendable para mujeres embarazadas. Aquí os dejo el enlace, por si tenéis curiosidad yo utilizo la marca AVÈNE, aunque como ya sabréis, lo más eficaz para los nenes es que lleven alguna prenda de algodón que les cubra mientras están expuestos al sol y no permanecer en la playa durante las horas centrales del día.

Un bibe con agua y una botella de agua dulce para que los papás se hidraten y para ocasiones de emergencia como cuando Nachete se lleva las manos llenitas de arena a los ojos.

Un cubo, una pelota, una pala y una regadera. De momento me libro del cajón de juguetes, e incluso de los carritos cargados de cubos, palas, rastrillos y enseres varios que les toca cargar a muchos papis, Nachete de momento no necesita nada más. Espero que para cuando me toque llevar semejante arsenal ,mi peque ya sea capaz de caminar de la mano y en la dirección adecuada...


Tres toallas.

Una muda de gorra, camiseta, bañador y pañal de agua para el nene.

3. Nada de revistas, ni ese libro que no sé cuando terminaré, ni móviles (bueno, hoy lo he bajado para ilustrar este post). Total para qué...no hay tiempo cuando te conviertes en vigía.

PROGRAMA DE ACTIVIDADES: Es mejor guiar que dejar que actúen por su cuenta. Desde luego si tienen 18 meses.

Una actividad dirigida te permite tener más control sobre la situación.

Bajamos a la playa de 10 a 12. El primer día durante las dos horas Nachete se dedicó a una actividad nueva que sumió a sus papis en un bucle sin fin: coger cubo, ir hasta la orilla, llenar cubo de agua, volver a la sombrilla, echarse encima el agua del cubo y volver de nuevo a la orilla a iniciar el proceso. No quería otra cosa.
No estábamos lejos de la orilla, pero como aquí es costumbre de que la gente baje a las siete y media de la mañana a plantar su sombrilla para coger sitio, pues a nosotros (que estamos de vacaciones y nos negamos a bajar a las ocho a clavar sombrilla) nos toca tercera fila (aunque muchas de las sombrillas sigan plegadas cuando nos subimos a casa). Teníamos claro que otro día más así no...Hay que dirigir, ofertar...Y hemos dado con un plan de actividades que lo han sacado de ese bucle, vamos las clásicos actividades de toda la vida ¡todo un descubrimiento! jajajaja:

-Hoyito en la arena a modo de bañera y spa de lodo, dónde Nachete se relaja.
-Jugar a pasarnos la pelota, que le divierte un montón.
-"Enrunarlo" en arena. La forma más efectiva de que esté durante un rato en el mismo lugar ;)
-Y lo más...jugar a saltar las olas y el bañito con sus papás.





Hoy, además, ha hecho su primer amiguito en la playa, lo que también le ha tenido muy entretenido, y a su mami le ha hecho una ilusión...ver cómo interactúa...como ofrece su pelota y su pala (sus mayores tesoros) a modo de buena voluntad...vamos que se me cae la baba. Aunque reconozco que hay niños que ni le miran y entonces brota de mis entrañas la vena de madre  " a mi niño eso no se le hace" que tengo que tragarme.

Obviamente todo esto no sucede debajo de la sombrilla, así que siendo bebé y mamá embarazada (tapada hasta los topes) hemos tenido que reducir aún más nuestro tiempo de exposición playero, hora y media por la mañana y una horita a partir de las seis.

¿Y vosotras? ¿Qué tal os apañáis en la playa? ¿Truquitos que podáis aportar?


Valentina