No cabe duda de que el segundo embarazo se vive de forma diferente, repites experiencia y eso te otorga más seguridad y más tranquilidad. Ya no tengo esa incertidumbre que me ahogaba el estómago y se eternizaba en la sala de espera del ginecólogo (si, soy un poquito agonías) sin embargo esto no impide que siga poniéndome nerviosa con cada ecografía, porque es el primer viaje de un bebé nuevo. Esta vez me he ahorrado el curso intensivo de "¡Estoy embarazada! ¿y ahora qué?" y estoy disfrutando de cosas que no pude disfrutar con el primero, pero a cambio, esta barriguita "más experimentada" tiene que lidiar con un elemento inexistente en su primera vez: el hermanito mayor.
DE POLLITO MANTUDO A ÁGUILA VIGÍA. En el primer embarazo tenía mucho sueño pero podía descansar y dormir todo lo que quería cuando salía de trabajar. Mi segunda tripita también me pide dormir, pero en mi nueva faceta de mamá vigía, ya no puedo permitirme descansar cuando quiero, así que voy arrastrando el sueño como una especie de nebulosa flotante en mi cabeza. Inciso: menos mal que aunque a Nachete le cueste dormir, luego lo hace durante toda la noche. Te lo agradezco mucho, hijo, de verdad...
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DE PASEOS RELAJADOS A CARRERITAS Y SOBRESALTOS EN EL PARQUE. "Tienes que andar dos horas cada día", eso es lo que me dijo el ginecólogo en mi primer embarazo. Casi todos los días me regalaba tranquilos paseos por el parque, también me escapaba de vez en cuando a Madrid para pasear por sus calles y conocer sitios nuevos e interesantes. Lo disfrutaba mucho. Ahora, disfruto, pero de otra manera, mis visitas al parque con Nachete, que incluyen alguna carrerita detrás de él, subirle al columpio, ayudarle a tirarse por el tobogán, agacharse para consolarle cuando se cae...ese tipo de cosas :)
DE OLIVIA A POPEYE. Con el primero me tomé muy a rajatabla no coger nada de peso y nada de peso era eso, ni una garrafa de agua. En fin, con mi segunda tripita procuro no cargar peso, pero con un bebé de 19 meses es inevitable. Lo coges para echarle en la cuna, para subirle al carro o a la trona, cuando necesitas llevarle a un sitio al que él se niega, para mimarle...Y os aseguro que pesa bastante más que una garrafa de agua.
DE PIEL ANACARADA A DORADITA POR EL SOL. Como van a nacer casi en la misma época, mis meses de embarazo están siendo los mismos en ambas ocasiones. Mi primer verano de tripita me lo pasé como una vampirilla sin que apenas me diera ni un rayo de sol. ¡¡¡Nos compramos hasta un iglú en Decathlon para ir a la playa (en el que por cierto me achicharraba)!!! Este verano ha sido complicado mantenerse debajo de la sombrilla... Otros días, se me olvida ponerme la crema de protección solar de la cara para salir a la calle y evitar las manchas. Un desastre...
DE LUCHA ESTOICA CONTRA LA TENTACIÓN A LA RENDICIÓN ABSOLUTA. Con mi primera tripita evité los dulces todo lo que pude, con mi segunda tripita no debo de estar pudiendo tanto porque he caído en más tentaciones de las que debería. Las vacaciones, comer fuera de casa, los heladitos...son muy persuasivos ;) Hago tantas cosas al cabo del día que me premio bastante más a menudo con caprichitos varios. A estas alturas llevo casi un kilo más de peso que con Nachete, a pesar de ello estoy contenta, creo que no voy mal porque no he engordado mucho.
DE TRIPITA BELLA A TRIPITA CON OJERAS DE OSO PANDA. No sé, será una apreciación personal, pero mi primera tripita gana por goleada en belleza. Es decir, estaba mucho más guapa que ahora. Desde que soy mamá, con eso de que tienes menos tiempo para ti, me veo más desmejorada, más envejecida...veo las fotos de antes y las de después y jamás había notado tanto cambio en mí...también será la edad, que ya empiezo a corresponderme con el perfil de consumidora de cremas antiarrugas...o quizá son las hormonas ¡vete tú a saber!
DE FOTÓGRAFA PEGAJOSA A FOTÓGRAFA PEREZOSA. Tengo fotos de muchas de las semanas de embarazo de Nachete ¿Imagináis que está pasando con el segundo embarazo? ¡bingo! ya me puedo poner las pilas para poder enseñarle en un futuro al nuevo retoño alguna foto con su barriguita. Estoy a tiempo...además es ahora cuando más bonita está ;)
Y así pasito a pasito, he sobrepasado el ecuador de esta segunda barriguita.
Valentina ♥
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DE PASEOS RELAJADOS A CARRERITAS Y SOBRESALTOS EN EL PARQUE. "Tienes que andar dos horas cada día", eso es lo que me dijo el ginecólogo en mi primer embarazo. Casi todos los días me regalaba tranquilos paseos por el parque, también me escapaba de vez en cuando a Madrid para pasear por sus calles y conocer sitios nuevos e interesantes. Lo disfrutaba mucho. Ahora, disfruto, pero de otra manera, mis visitas al parque con Nachete, que incluyen alguna carrerita detrás de él, subirle al columpio, ayudarle a tirarse por el tobogán, agacharse para consolarle cuando se cae...ese tipo de cosas :)
DE OLIVIA A POPEYE. Con el primero me tomé muy a rajatabla no coger nada de peso y nada de peso era eso, ni una garrafa de agua. En fin, con mi segunda tripita procuro no cargar peso, pero con un bebé de 19 meses es inevitable. Lo coges para echarle en la cuna, para subirle al carro o a la trona, cuando necesitas llevarle a un sitio al que él se niega, para mimarle...Y os aseguro que pesa bastante más que una garrafa de agua.
DE PIEL ANACARADA A DORADITA POR EL SOL. Como van a nacer casi en la misma época, mis meses de embarazo están siendo los mismos en ambas ocasiones. Mi primer verano de tripita me lo pasé como una vampirilla sin que apenas me diera ni un rayo de sol. ¡¡¡Nos compramos hasta un iglú en Decathlon para ir a la playa (en el que por cierto me achicharraba)!!! Este verano ha sido complicado mantenerse debajo de la sombrilla... Otros días, se me olvida ponerme la crema de protección solar de la cara para salir a la calle y evitar las manchas. Un desastre...
DE LUCHA ESTOICA CONTRA LA TENTACIÓN A LA RENDICIÓN ABSOLUTA. Con mi primera tripita evité los dulces todo lo que pude, con mi segunda tripita no debo de estar pudiendo tanto porque he caído en más tentaciones de las que debería. Las vacaciones, comer fuera de casa, los heladitos...son muy persuasivos ;) Hago tantas cosas al cabo del día que me premio bastante más a menudo con caprichitos varios. A estas alturas llevo casi un kilo más de peso que con Nachete, a pesar de ello estoy contenta, creo que no voy mal porque no he engordado mucho.
DE TRIPITA BELLA A TRIPITA CON OJERAS DE OSO PANDA. No sé, será una apreciación personal, pero mi primera tripita gana por goleada en belleza. Es decir, estaba mucho más guapa que ahora. Desde que soy mamá, con eso de que tienes menos tiempo para ti, me veo más desmejorada, más envejecida...veo las fotos de antes y las de después y jamás había notado tanto cambio en mí...también será la edad, que ya empiezo a corresponderme con el perfil de consumidora de cremas antiarrugas...o quizá son las hormonas ¡vete tú a saber!
DE FOTÓGRAFA PEGAJOSA A FOTÓGRAFA PEREZOSA. Tengo fotos de muchas de las semanas de embarazo de Nachete ¿Imagináis que está pasando con el segundo embarazo? ¡bingo! ya me puedo poner las pilas para poder enseñarle en un futuro al nuevo retoño alguna foto con su barriguita. Estoy a tiempo...además es ahora cuando más bonita está ;)
Y así pasito a pasito, he sobrepasado el ecuador de esta segunda barriguita.
Valentina ♥
Suscribo casi todo! Además añadir que en el segundo embarazo te lo tomas todo con mucha más tranquilidad, lo disfrutas todo a tope, sin miedos...la experiencia es un grado, y además el Primero ni deja lugar a vacilaciones tontas. A disfrutar de lo que te queda, guapa!
ResponderEliminarEs verdad que las inseguridades del primero desaparecen y disfrutas más el embarazo, por lo menos en mi caso lo estoy viviendo de forma más natural. Con el primero toooodo me daba miedo. Un besito!
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