Creo que soy de las pocas mamás
que no tenía ninguna gana de quitar el
pañal a su bebé, digo pocas porque alguna he encontrado con mi mismo
parecer (querida Laura, desde aquí te mando un beso grande).
Y es que parece que decir adiós al pañal es una carrera de
a ver quién consigue hacerlo antes, como si con ello se alcanzara el final de
una etapa llena de incomodidades, a la que muchos padres llegan deseosos.
Personalmente yo estaba más que cómoda con mis pañales, a pesar de tener doble
pañalera en casa con las tallas 3 y 5, porque los esfínteres de ambos los tenía
controlados. Pero la presión hace su aparición, se alcanzan los dos años, llega
el buen tiempo y tu hijo empieza a llegar al límite de la última talla de
pañales en el supermercado… Señales que indican que la comodidad de “pongo el
pañal y me olvido hasta el próximo cambio”, irremediablemente debe llegar a su
fin, que a partir de ahora, el “tengo pipí” hará su aparición en el momento más
inoportuno.
En cuanto llegó la primavera, en
la guardería comenzaron a poner a los niños en el orinal. Yo no tenía ninguna
prisa, de hecho mi hijo había tenido que afrontar bastantes cambios en los
últimos meses (nuevo hermanito, ausencia larga de papá, cambio de casa durante
un tiempo, cambio en algunas rutinas) así que comenzar con la operación pañal me parecía precipitado,
por lo que opté por retrasarlo unas semanas más.
¿Instrucciones, por favor?
No tenía ni idea de cómo abordar
el asunto, busqué en internet pero no encontré ninguna explicación precisa de cómo quitar el pañal. Me agobiaba mucho
la idea de tener a Nachete sin pañal, para mí era algo así como tener una
pequeña bomba por casa a punto de explotar en cualquier sitio… (encima del
sofá, en el suelo, en la alfombra…) algo que escapaba a mi control y eso lo
llevo muy mal.
Pero llegó el verano, Nachete ya
se había familiarizado con el orinal y decidí empezar a tomármelo más en serio.
Comenzamos con la operación pañal cuando Nachete rondaba los 2 años y medio,
cuando tanto el nene como la mamá estuvieron preparados ;)
He intentado hacerlo de una forma
natural, intentando complicarme lo menos posible, porque tengo otro bebé con
sus propias demandas, y la verdad es que lo hemos conseguido casi sin
enterarnos y sin suponer apenas un cambio en nuestras rutinas. Aquí os dejo mi
experiencia.
La operación pañal se ha
desarrollado en 4 fases:
FASE 1. Mi amigo el orinal. Comenzó en la guarde y luego en casa. Antes
de merendar y antes de irse a dormir sentábamos al nene en el orinal. No hacía
nada y muchas veces no quería, ya que eso suponía tener que estarse quieto en
un sitio, así que le convencíamos contándole un cuento, poniéndole a ver
dibujos animados o jugando con él. Durante esta etapa comenzamos a leerle ¿Puedo mirar en tu pañal? de Guido Van Genechten, como recurso complementario :)
FASE 2. Hago pipí y popó. Empezó a hacer pipí las veces
que le poníamos en el orinal antes de irse a dormir. Entonces comenzamos a
premiarle y reforzarle positivamente con “las caritas contentas”. Cada vez que
conseguía llenar su orinal (aunque fuera con una mísera gotilla) le premiábamos
con el mismo ritual: aplausos y vítores, carita contenta en el frigo, paseíllo
triunfal con el orinal por toda la casa y despedida por el WC (con lo que mola
apretar el botón de la cisterna). En fin, he intentado no complicarme en
exceso, pero sí que es cierto que semejante parafernalia después de visitar con
éxito el orinal ha llegado a ser un tanto tostón…pero muy efectivo.
FASE 3. ¡Sin pañales y a lo loco! La fase peliaguda a la que más miedito tenía.
Como Nachete ya llevaba tiempo con el orinal, estaba suficientemente preparado,
por lo que esta fase ha resultado sorprendentemente sencilla. Apenas ha tenido
escapes. Ni tan siquiera he tenido que ir controlándole, él sólo me pedía el
orinal y se aguantaba hasta que estaba sentado, lo mismo con el popó. De hecho,
cuando salíamos de casa no le quitaba el pañal y él mismo me pedía pipí cuando
tenía ganas, siempre ha llegado a casa con el pañal seco. Así ha estado 15 días.
Ahora ya se lo quitaremos definitivamente porque ya no lo necesita.
FASE 4. Dormir sin pañal. La última etapa que nos queda, y supongo
que la más costosa. No me preocupa en absoluto, la verdad, tiempo al tiempo,
esto no es una carrera y él solito cuando ya esté preparado lo conseguirá.
En fin, estoy muy contenta porque
al final, ha sido un proceso sencillo, natural y nada aparatoso. Nachete ha
dado un paso más, se me hace mayor, da gusto ver su cara de orgullo cuando se
levanta triunfal del orinal. Y creo que nos ha resultado tan sencillo porque escogimos el momento oportuno, cuando Nachete estaba preparado.
Y ahora...el más difícil todavía...porque si visitar un baño público puede resultar en ocasiones un tanto complicado, con el asquito que me da...ahora añádele un nene que tienes que sujetar a pulso. Definitivamente, el bolso ya no me lo llevo ;)
¿Y vosotras? ¿Qué estrategias
habéis utilizado para decir adiós al pañal? ¿Qué es lo que mejor os ha funcionado?
¿También os daba cierta pereza?
Valentina ♥
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Hola! Hacia mucho que no tenía tiempo de pasarme por aquí, pero veo que has hecho algunos cambios y tengo que decirte que...¡me encantan! Veo que está siendo un verano muy productivo.;) espero que lo estés disfrutando a tope con los peques. Un besote y enhorabuena por el trabajo que has hecho con el blog.
ResponderEliminarHola Beatriz! Muchas gracias. Tenía ganas de cambiarle un poquito la cara y por fin he encontrado tiempo para hacerlo. Me alegro de que te guste :) Este verano está siendo muy intenso, la verdad!!! Un beso fuerte!
ResponderEliminarHola Valentina,
ResponderEliminarhace tiempo que te leía y ahora al volver he visto muchos cambios para bien. Sobre el artículo me encanta, el drama de dejar los pañales atrás, otra fase que se pasan estos peques en su continuo aprendizaje, yo todavía aún no la he pasado. Mi peque tiene 19 meses y estamos siempre pendientes para que nos avise y poner el adaptardor...jaja..
Lo dicho me ha encantado el artículo!
Besos, hasta pronto.
Hola Anabel!!! Muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho saber que te ha gustado mi artículo, es lo mejor que me puedes decir ;) y también los cambios que he introducido en el blog. Nosotros empezamos así, poco a poco...muy poco a poco. Mucha suerte con tu peque!!!! Un besote!
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