Cómo proteger correctamente la piel de los niños en verano

lunes, 18 de julio de 2016

Hace tiempo que llevo queriendo escribir este post, cada verano me asaltan las mismas dudas, y me gustaría tener la certeza de que elijo el mejor fotoprotector y tomo las precauciones pertinentes para proteger la piel de mis hijos frente al sol. 
"La radiación ultravioleta y las quemaduras durante la infancia son un factor de riesgo fundamental para el desarrollo de cáncer cutáneo en la edad adulta."
Afortunadamente cada vez existe más conciencia social de la importancia de proteger adecuadamente la piel de nuestros hijos, pero no está de más tener muy presentes los siguientes 5 tips para garantizar una adecuada protección.


Reducir el tiempo de exposición de los niños a la radiación solar. Se calcula que los niños reciben el triple de radiación solar que los adultos. Las sombras y los árboles reducen la radiación UV directa, pero, cuidado, no la radiación indirecta emitida por las superficies circundantes, como el agua, la arena o la nieve.
  • La regla de la sombra puede ayudarnos a identificar los momentos más peligrosos del día: si las sombras son más cortas en relación a la altura del niño, la radiación solar es más intensa, en cambio el riesgo es menor cuando el tamaño de la sombra es mayor.
Cuidar la vestimenta.
Las fibras sintéticas como el poliéster ofrecen mayor factor de protección que el algodón, la viscosa o el lino. Si nos decantamos por las fibras naturales, mejor escoger la seda. 
El color también es importante, tus hijos estarán más protegidos si los vistes con colores oscuros, ya que absorben más radiación solar. 

No debemos olvidarnos de los complementos. Es muy importante utilizar sombreros de ala ancha para proteger la cara, el cuello, las orejas y la parte superior de los hombros; las partes más expuestas al sol y las más vulnerables a los tipos de cáncer de piel más comunes. Las radiación solar también puede contribuir al desarrollo de lesiones y enfermedades oculares como cataratas o melanomas oculares, por eso es imprescindible la utilización de gafas que cubran los párpados y la mayor superficie de piel posible.


Mi recomendación para los niños que en verano pasan largas jornadas en la playa es la utilización de ropa y bañadores de protección solar. Cada vez existe más variedad y con diseños más bonitos y cuidados, los bañadores para bebés de minimoi me gustan mucho, los podéis encontrar de una sola pieza o braguitas, bermudas y camisetas.




Elegir el fotoprotector adecuado.
  • Fotoprotectores químicos u orgánicos: Son muy variados y tienen mecanismos de acción diferentes, transformando en general la energía lumínica en energía térmica. Cuidado con el ácido paraaminobenzoico (PABA) y benzofenonas como la oxibenzonace, cuyo uso está limitado por las frecuentes reacciones adversas cutáneas que producen. En general estos filtros son incoloros y fáciles de aplicar, aunque presentan un mayor riesgo de reacciones de contacto que las pantallas minerales.
  • Fotoprotectores  físicos, inorgánicos o pantallas minerales:   Los más aconsejables para los niños. Actúan como una barrera física, absorbiendo y dispersando la radiación solar. Contienen minerales (dióxido de titanio, óxido de zinc, óxido de hierro, óxido de magnesio, mica, talco, caolín o calamin). Estos filtros no son irritantes ni sensibilizantes, ya que se trata de polvos inertes. Resulta incómodo que al aplicarlos, la piel se torna blanquecina,dando apariencia de "pasta blanca", aunque cada vez las formulaciones son más fáciles de aplicar.
El fotoprotector elegido para los niños tiene que tener un FPS de 50, ser de amplio espectro (cubrr la radiación UVA y UVB) ser resistente al agua y al frotamiento.
Aplicar correctamente el fotoprotector. 
Aplicarlo generosamente de 15 a 30 minutos antes de la exposición solar y reaplicarlo cada 1 o 2 horas y siempre que se haya realizado actividades intensas, se haya sudado excesivamente o nos hayamos frotado con la toalla. Muy importante, water-resistant y waterproof no significa que estemos protegidos aunque nos bañemos, lo que significa es que el FPS se mantiene después de una inmersión de 40 u 80 minutos, respectivamente.
Al aplicar el fotoprotector no debemos olvidar los pabellones auriculares y la cara posterior de la rodillas y las piernas.


Siempre aftersun. 
Las cremas hidratantes no restauran los daños que el sol y el calor pueden causar en nuestra piel, por eso, después de una exposición al sol se recomienda la aplicación de un aftersun, que debido a su fórmulación activos específicos, recupera el daño celular causado por el sol, disminuye el enrojecimiento, refresca y alivia la piel.Además hidrata, nutre, mantiene el equilibrio de la piel y retarda el fotoenvejecimiento. Lo más conveniente es aplicar un aftersun específico para la zona de la cara y otro para el resto del cuerpo.
Espero que este post lo tengáis siempre presente y extreméis la precaución a la hora de proteger la piel de vuestros hijos, su salud está en juego y cuando sean mayores os lo agradecerán.

Biblio.
M. Valdivielso Ramos, C. Mauleón , E. Balbín Carrero, P. de la Cueva Dobao, E. Chavarría Mur, J.M. Hernanz Hermosa.
Servicio de Dermatología, Hospital Infanta Leonor. Madrid. España.
Mi agradecimiento especial a Farmacia Alegre Pérez por toda la información aportada para redactar este post.

Imágenes: vía pinterest



Valentina 



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