Parece que fue ayer cuando compartía con vosotr@s que iba a ser mamá por segunda vez, quizá navegando entre post y post el tiempo haya pasado más deprisa, pero en el País Menudo esa misma delgada línea que me une a aquel momento es un abismo que me separa, y mucho, de la persona y madre que creía ser entonces. Volví a redescubrir la maternidad en apenas 23 meses, y me he dado cuenta de la capacidad que tenemos para mutar y ser la madre que necesita cada hijo. Modelan las mismas manos, pero de forma distinta porque la materia no es la misma. Nuevos retos, distintas situaciones, otras decisiones adoptadas pero siempre el mismo fin, verle crecer de forma feliz.
La semana pasada celebramos el segundo cumple de mi Peque Menudo, y con mucha ilusión organizamos una pequeña fiesta vintage en su honor. Fue una fiesta sencilla para la que recurrí a muchos de mis ya veteranos "aliados cumpleañeros" y para la que dejé un espacio a la improvisación.
¿Me acompañáis?
En un principio el tema central del cumple iba a girar en torno a las motos que tanta pasión suscitan en mi Peque Menudo (de hecho, sus primeras palabras fueron "papá", "no", "moto"... ahí lo dejo). Para que fuera una fiesta más pinterest pensé en vespas, pero al final una imagen vintage fue mi inspiración. Yo funciono así: un cuadro, una postal, el dibujo de una servilleta o un escaparate...y a partir de ahí comienzo.
Como he comentado anteriormente, no arriesgué y repetí con Mar de Domitilas para que me diseñara la lámina pizarra que iba a ser la cabecera para la mesa de cumpleaños. Fue uno de los elementos fundamentales para dar el toque vintage a la fiesta. Como es el quinto cumpleaños infantil que organizamos en casa, ya dispongo de un "fondo de armario" bastante considerable que me facilitó mucho las cosas: alzatartas, fuentes, dispensador de bebida, botellitas de refresco, etc. Lo único que compré fueron las pajitas de rayas blancas, rojas y negras, los banderines de pizarra y las cajas para las palomitas de maíz que me parece que le daban un punto muy chulo junto con las coca colas de botella clásica (light, por cierto). Para todos estos detalles volví a confiar en Mi fiesta de papel.
Para el picoteo tampoco me compliqué mucho. Tortilla de patata y una quiché de la abuela. Sandwiches de pollo, rúcula, salsa de miel y moztaza, y de ensalada de cangrejo. Bocadillitos de ibéricos, saladitos de hojaldre y canapés de queso y foie. Patatas chips, palomitas y gominolas. Para los niños también preparé sandwiches de jamón y queso y unos gusanitos de maíz ecológico 100% bio (puestos a comer chucherías, supongo que éstos serán más naturales ) os dejo aquí el enlace por si tenéis curiosidad.
La tarta de cumpleaños, de chocolate y bizcocho de vainilla, y el bizcocho de coco, junto con la limonada rosa casera, se los encargué a Laura de Mi habitación Favorita, con quien celebré el primer cumple de Nachete que podéis ver aquí y quien me volvió a hacer la tarta para su segundo cumple que lo podéis leer aquí. Ni que decir tiene que todo fue un éxito rotundo.
También volví a encargar unas galletas a Montse de Similam, capaz de transformar en galleta cualquier cosa que podáis imaginar. Yo le escribí: "quiero moto vintage y coches como éste" y le adjunté foto. Éste fue el resultado: emoción máxima al recibirlas :)
¿Os he hablado de mi auténtico fervor por Canva? un sencillo y gratuito programa para diseñar (aunque no tengas mucha idea) con el que confeccioné a mi gusto las etiquetas de las cajas y recipientes.
Os dejos más fotos de la mesa por si os sirve de inspiración. ¡Espero que os guste!
Os dejos más fotos de la mesa por si os sirve de inspiración. ¡Espero que os guste!
Valentina ♥
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