Planes con niños: excursión a los pueblos de la arquitectura negra

miércoles, 19 de octubre de 2016

Uno de mis propósitos para el inicio de este curso ha sido comenzar a salir más con los niños. Nachete ya va camino de los cuatro años y disfruta mucho con las pequeñas escapadas en familia. Este fin de semana pasado, el tiempo acompañaba y decidimos acercarnos a conocer dos de los pueblos más emblemáticos de la provincia de Guadalajara, Valverde de los Arroyos y Umbralejo, ambos importantes exponentes de la Ruta de la Arquitectura Negra, que se caracteriza por el uso de mamposterías de piedra y cubiertas de pizarra en sus construcciones.

Fue todo un acierto, así que si estáis buscando ideas para vuestras próximas escapadas con niños, os invito a que os quedéis un ratito por aquí ;)


Valverde de los Arroyos está situado a 72 Km de Guadalajara y está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, de hecho, además de ser en sí mismo precioso, se encuentra en un enclave maravilloso, a los pies del Pico Ocejón y a un paseo de las Chorreras de Despeñalagua. La ruta de acceso hasta ellas es sencilla, apenas 2 km, pero preferimos quedamos disfrutando del pueblo porque los niños son todavía muy pequeños.


Se trata de un pequeño núcleo, en el que todos sus habitantes se han esforzado por mantener la uniformidad del conjunto urbanístico, lo que hace del paseo por sus calles una experiencia encantadora. Calles empedradas, flores colgando de los balcones y hortensias decorando las fachadas. Silencio entre huertas, moreras y el sonido del agua recorriendo la canaleta.


No se permite la circulación de vehículos, por lo que se ha habilitado un parking a la entrada. En el pueblo encontraréis varios restaurantes con comida tradicional, raciones, tapas y bocadillos. Además los vecinos aprovechan y venden en pequeños puestos productos de sus propios huertos. Nosotros compramos unos tomates, que saben a tomates de verdad.



Sin lugar a dudas la sorpresa nos la llevamos al descubrir la gran explanada de césped que conecta el pueblo con el final de la ruta hasta las Chorreras. Vi el cielo abierto, metros y metros de césped y un pequeño parque infantil. Un lugar ideal además para hacer picnic.  Nos hubiéramos quedado allí toda la tarde ¡cómo disfrutaron! y nosotros, observándoles, jugando con ellos, en plena libertad, sin miedo a las caídas y los rasponazos de hormigón. Metros y más metros para correr, y creédme que eso para un niño que no pisa el suelo, sino que vuela sobre él, y para su madre, es lo más maravilloso del mundo.





Por la tarde nos acercamos a Umbralejo, que se encuentra a 9 km de Valverde de los Arroyos. Un pueblo deshabitado, reconstruido y convertido en museo arquitectónico al aire libre, que en la actualidad acoge a grupos de niños y jóvenes con el fin de acercarlos al medio rural. Precisamente debido a su finalidad educativa, las visitas al mismo deben realizarse dentro del horario establecido, así que informaros antes de acudir.Tendréis que dejar el coche en una explanada al inicio de un bosque de coníferas, para recorrer un tranquilo camino de cinco minutos hasta llegar al pueblo, escondido entre pinos silvestres y encinas. Pasear por sus calles es como volver al pasado. La sorpresa para los niños la encontraréis en la parte de arriba, donde podréis ver gallinas, burros, ocas y conejos.





Ya de vuelta a Guadalaja paramos en un merendero junto a Valverde, al borde del camino y junto a un riachuelo, para tomar un tentempié antes de volver a casa. Un día diez que esperamos repetir muy pronto y que os invito a que disfrutéis también.


Valentina 


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2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Está muy bien, vinimos muy contentos. Los niños disfrutaron mucho corriendo y jugando y nosotros tranquilos, la verdad. Ya me contarás si te animas!!!!

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