La presión de la sociedad sobre las mamás

lunes, 2 de junio de 2014


Menos mal que cuando acabamos de dar a luz no tenemos tiempo para leer artículos como estos:



Lamentablemente, tarde o temprano acaba en nuestras manos algún reportaje de este tipo y lo leemos, asumiendo en la mayoría de los casos que son mujeres de otro planeta con una genética perfecta, que tienen un super entrenador personal, que por su trabajo parte importante de su tiempo lo pueden dedicar a cultivar el cuerpo o que, incluso alguna de ellas, recurre a algún tipo de ayuda extra con el bisturí.

El caso es que a mí, particularmente, estos artículos no me afectan, lo que realmente me molesta es el bombardeo de píldoras envenenadas en las que siempre se termina exigiendo a la mujer la perfección. En este caso, de forma muy sutil (o no tanto) recordando a las mujeres que acaban de dar a luz que lo que toca ahora es volver cuanto antes a las medidas y hechuras pre-embarazo, que ya se están quedando atrás, porque otras lo han conseguido mucho antes.





El babyboom en el papel cuché de estos últimos meses nos ha dejado muchos titulares como "Fulanita, con una figura envidiable al mes de dar a luz, nos presenta a su hijo" entiendo que a una reciente mamá, que se mira al espejo con un cuerpo que no reconoce como suyo, que no tiene tiempo para arreglarse, que luce unas ojeras "oso panda" hasta los pies, estos contenidos puedan llegar a tocarle por lo menos la moral. ¿Cómo se puede hacer noticia de algo así? en muchos casos sin ni siquiera fundamento, ya que la persona afectada ni siquiera admite estar recuperada, pero basta una foto para escribir el pie de página (aunque vaya con unos leggins y una jersey ancho que apenas deje intuir nada).


La relación con mi cuerpo en el posparto pasó por tres fases:

Euforia. Si, me sentía plena y orgullosa de mi cuerpo, aún con mis defectos y más segura de mi misma porque había conseguido crear una vida, algo maravilloso.
Bajón. A pesar de no haber engordado más de 7 kg en el embarazo, me quede con 3 kg de más que no conseguía quitarme y una barriguita considerable. Los kilos que no había llegado a alcanzar en décadas se me habían enquistado de golpe tras el embarazo.
Aceptación. Tras dejar la lactancia materna, de forma gradual volví a mi peso anterior, y 16 meses después incluso peso 2 kg menos que antes de quedarme embarazada. Pero hay cosillas que necesitan de un pelín de esfuerzo para volver a su ser, por ejemplo la tripilla, para eso ya se lo que toca, hipopresivos, mi asignatura pendiente. Pero vamos, que no me torturo.


Yo no creo en los milagros, y cada cuerpo necesita su tiempo, dependiendo de su constitución, de su genética, de cómo se haya llevado el embarazo, de la actividad física que realizara antes...Si nuestro cuerpo ha necesitado 9 meses para transformarse y dar a luz a un bebé, volver al punto de partida no se hace de la noche a la mañana, y encima con un recién nacido a tu cargo o más niños, pues puede resultar complicado.

Si optas por la lactancia materna es estar disponible para tu bebé a todas horas y dormir cuando duerme él. Además está la casa, la compra (si quieres tener algo en la nevera para comer) hacer la comida, bañar al bebé, estimularle con juegos, cantarle, acariciarle, masajearle, dormirle...y cuando encima te incorporas a trabajar...ahora, entre todas estas tareas, busca un rato para ti. (Por cierto, si no optas por la lactancia materna o no puedes, prepárate para ser juzgada y condenada como mala madre, o sentirte perdedora e incapaz).

En este aspecto, de nuevo las revistas, medios de comunicación y sociedad en general ejercen una fuerte presión en el papel que debe asumir la mujer: la madre es la que lleva el peso, relegando al padre a un segundo plano. Pero es hijo es de los dos ¿o no? Esto se hace más que evidente si comparamos cómo se celebra el día del padre y de la madre.

Día del padre: gracias por ser mi héroe, mi ejemplo a seguir, por apoyarme, por estar ahí siempre que lo he necesitado...

Día de la madre: Mirad este vídeo...

En él proponen a una serie de candidatos un trabajo en el que tienen que trabajar 24 horas al día sin días de descanso, festivos incluso más, sin remuneración y con disponibilidad absoluta, dejando a un lado la vida personal. Pues bien, ha sido todo un fenómeno viral. ¿Una bonita forma de agradecer lo que hacen las mamás? si, no digo que no, se merecen un pedestal para su veneración diaria... Pero a mi este vídeo (llamadme egoísta o mala madre) lo que me sugiere es cambio, y si no, pensad en la pobre candidata del vídeo (o sea en nosotras) y lo que se espera de ella...si quiere ser una buena mamá tendrá que hacer todo eso, además de trabajar, algo para lo que se ha estado preparando durante años.

Más peso para la mochila de mamá...¿y dónde queda papá?

Podría seguir con más y más ejemplos de presiones a las que nos vemos sometidas todos los días, que aceptamos por costumbre, pero que aunque no lo creamos, nos terminan afectando. Sin embargo, el post se me haría demasiado largo.

En fin, para que luego digan que somos el sexo débil.

Así que a las mamás que estáis en plena recuperación tras el parto, tened paciencia, mucho ánimo y no os exijáis tanto, no es cuestión de ser una"mala madre", hay que ser una "sana madre", que somos mamás y personas. Disfrutad, perded el miedo a no ser perfectas y que os resbalen todos los comentarios y consejos que no pedís y todos los articulillos absurdos que no aportan nada. Aprended a delegar, si tenéis la oportunidad, pedid ayuda y que algunos papis se pongan las pilas (que me consta que alguno no cambia ni el pañal). 
Eduquemos a nuestros hijos en la igualdad de género.

Querer a tu hijo/a no significa que esté mal seguir queriéndote a ti misma.

Valentina 

2 comentarios:

  1. Te felicito por el post. Estoy muy de acuerdo en que a las mujeres que aparecen en los medios de comunicación tras dar a luz son valoradas por su capacidad de recuperar el tipo, y luego a las demás se nos mide por el mismo rasero, y es duro...Y también me ha gustado la lectura que haces del video viral del día de la madre, es curioso como se admite que tenemos que ser una especie de mártires de la sociedad mientras que el papel del padre es totalmente distinto todavía en estos tiempos..

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    1. Si, supongo que para tener una mente sana, todas terminamos pasando, porque nos conocemos, conocemos nuestro cuerpo, nuestras limitaciones, nuestros defectos, nuestras virtudes y nos aceptamos y queremos como somos, de lo contrario nunca estaríamos satisfechas, porque alcanzar la perfección absoluta es imposible, y seguir el ritmo de la sociedad aún más.
      En cuanto al vídeo, cuando lo vi a mi me agobió mucho...¿Y acaso no hay padres que también hacen todo eso? Me ha gustado la definición que das "mártires de la sociedad", es verdad, si no parece que no eres una buena madre.

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