Imagina que dejas solo a tu hijo, perdido entre las calles de un pueblo totalmente arrasado.No estás ahí para protegerle, para quitarle de la boca lo que es peligroso, y él come lo que encuentra, porque tiene hambre y bebe de dónde puede, aunque sea agua contaminada, porque tiene sed. Imagina que tu hijo tiene miedo y te busca con su manita, tiene sueño y necesita tu regazo para sentirse seguro y dormir...pero no te encuentra porque ya no estás. Imagina que queda a la intemperie, desabrigado de tu cobijo y a merced de la gente desconocida que pueda encontrarse en su camino,y que llora, llora, llora y llora... y no puedes abrazarle, ni besarle. Imagina que está en la zona cero de un desastre natural, donde acampan organizaciones sin escrúpulos.
Si has imaginado todo esto ¿qué te queda?
DESOLACIÓN
Ayudemos a los niños de Filipinas.
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